Pan seco, una apuesta de Quadra Panis

Si no se hubiese inventado el pan seco no hubiésemos podido cruzar mares y atravesar desiertos. El pan seco: regañas, picos, grissini, lenguas, crackers… nos brindan un espacio diferente para investigar aromas y sabores distintos, jugar con ingredientes menos tradicionales e incluso exóticos. También, claro está, con ingredientes de cercanía. Pero sobre todo, el pan seco es una apuesta de Quadra Panis porque nos permite llevar nuestro saber hacer a todas partes: cruzando mares, atravesando desiertos.

Cuando empezamos a hacerlo se trataba de lo que la industria denomina un by-product; es decir, un subproducto que surgió de nuestra línea de trabajo de elaboración de panes. Con esas primeras preparaciones de panes secos pretendíamos que las familias disfrutaran de un pan seco de calidad, que no fuera el pico, la regaña o el colín, al alcance en todas las estanterías y bares. Casi todas iguales, todas con el mismo sabor… Después nos dimos cuenta de que el consumidor apreciaba nuestro producto y poco a poco comenzamos a dedicarle más atención.

Hoy en día el pan seco es una apuesta firme de nuestra casa. Por supuesto, todo el pan seco que elaboramos en Quadra Panis respeta la filosofía de la casa a la hora de hacer pan: procesos lentos, uso de prefermentos (masa madre entre otros), materias primas de primera calidad, bajo contenido en sal, sin productos extraños añadidos… Y se fija especialmente, al estar limitados en cuanto a la textura, en otros aspectos como las formas, el tamaño y el sabor, respondiendo a necesidades concretas que hayamos podido identificar en cuanto a beneficios funcionales: ocasión, momento de uso…

Esto es muy importante para nosotros porque nos permite ser innovadores, ajustarnos a los momentos y a los usos y hacer de nuestros panes secos elementos de disfrute a la par que funcionales, capaces de agradar en cada ocasión, especialmente en aquellos usos en los que el pan fresco no cumple: para un aperitivo acompañando tacos de queso, como base de un paté de aceitunas, para usar como snack…

Nuestro pan seco se diferencia de otros, habituales en el mercado actual, en la ausencia de aceites y grasas, poco habituales en nuestra dieta mediterránea, aditivos, conservantes o gases que alarguen la vida útil del producto… Sabemos los ‘inconvenientes’ de esta meditada decisión: una vida útil más corta de los productos, el encarecimiento del coste de los ingredientes, la imposibilidad de mecanizar procesos en todas sus fases, y la carencia de saborizantes que enganchen al consumidor para que ansíe más y más.

Sin embargo, es nuestra elección: buscamos el placer de comer, comiendo sano.