Consejos para conservar un buen pan

A todos nos ha pasado alguna vez. Has comprado pan, un buen pan, y justo cuando te dispones a disfrutarlo, se ha convertido, sin más, en una piedra por el paso del tiempo. ¡No!. Suspiras. Con estos siete consejos te ayudaremos a soberponerte a estas pequeñas aflicciones.

El pan contiene agua. Cuando esta agua se haya evaporado totalmente el pan estará tan duro que será difícil comerlo. Aunque el buen pan artesano dura más (depende del tamaño, nivel de hidratación, tipo de harina y tipo de fermento, etc) conviene tomar medidas para retrasar el proceso:

1. No dejar el pan expuesto al aire sin protección y menos expuesto a corrientes de aire. Guardar el pan en su bolsa de papel o de algodón / lino.
2. Si no lo va a comer en el día, congélelo (trocéelo y embólselo antes).
3. Si lo guarda en la nevera siempre póngalo en una bolsa de plástico para uso alimentario. En cualquier caso la conservación en frio no es adecuada para panes que no contienen grasas. En este caso es mucho mejor congelarlo.
4. Evite cortar el pan mucho antes de servirlo en la mesa: se reseca antes.
5. Conservar el pan a buena temperatura: mejor entre 14º y 18º como un buen vino tinto.
6. El centeno y todos los panes integrales retienen mejor la humedad.
7. Para darle nueva vida a un pan ya asentado podemos ponerlo en el horno: aprox. tres minutos a 180º. Puede vaporizar un poco de agua en el horno al hornear.

Si nos sobra pan no lo tiramos. Podemos hacer un pain perdu, o simplemente una “panzanella” o lo que es lo mismo, pan con tomate y aceite del bueno.